lunes, 28 de noviembre de 2011

Kase O

Desde siempre me ha encantado la música, me arriesgaría a decir que todo tipo de música. Fue en la adolescencia cuando mi melomanía se centró en el rap. Escuché muchos grupos y solistas, y también si se me permite el chiste malo, muchos "solistos" (que fueron en parte los causantes de mi pequeño distanciamiento con este estilo). Y de entre toda esa amalgama musical, siempre destacarán los Violadores del Verso en general, y Kase O en particular. Compadres aragoneses a los que pude disfrutar en algún que otro concierto y en numerosas ocasiones en la intimidad de mi habitación. Este tema no se me va a olvidar en la vida:


Desde siempre han utilizado extractos de canciones de jazz en sus bases. Los años han ido pasando y ellos creciendo, y como punto álgido de madurez me ha encantado el momento en el que se encuentra Javier Ibarra. Si el rap empezaba a cansarme con tanto vacile, niñatos que hablan de cosas que no viven, simplemente porque supuestamente el rap es quejarse y protestar. Llegó hace tiempo y se reafirmó en su último movimiento, demostrando que el rap también es poesía, saber escribir y sobre todo, música. Cuando todavía hay mc's que rapean sobre bases monótonas y taladrantes, se presenta Javato, da una nueva vuelta de tuerca y monta un disco de rap con la base musical del jazz. Pero jazz del bueno, sin samples, cortes, ni leches de esas maquinadas con ordenador y fruto de tutoriales de youtube; jazz de instrumentos, de músicos y ¡menudos músicos! Solo puedo quitarme el sombrero, incluso la tapa de los sesos si fuese un click de playmobil, ante la fabulosa creación que han gestado Jazzmagnetism y Kase O. La evolución es increíble.



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